El Feng CHI analiza la sensación que transmite el lugar que habita la gente, puede ser de la cuadra, el barrio o la zona en que se mora. Se diferencia el CHI como energía positiva o negativa. La sensación que emite el lugar influye en nosotros energéticamente, en nuestro espíritu y sus efectos son profundos y duraderos.
Nosotros elegimos para vivir un barrio, un lugar que nos haga sentir bien, para ello observamos minuciosamente que la energía que fluye en el ambiente sea positiva y que nos nos de una sensación placentera para habitar esa zona.
Para ello observamos si una zona tiene o no “buena onda” analizando qué es lo que les ocurre a los variados habitantes de la misma, nos preguntamos si hay vecinos alegres, armonía en el ambiente, negocios prósperos. Este tipo de cosas nos determinan un BUEN FENG CHI.
Mientras que historias de padres alcohólicos o de madres que se van con otros, jóvenes que se drogan, suciedad en las calles o muchas casa en venta, zonas amenazantes. Nos está hablando de una zona con MAL FENG CHI.
Para diagnosticar el FENG SHUI de una casa es necesario observar cómo es la casa, cómo es su estética, cuál es la energía que trasmite. Es por estas razones que se eligen en Buenos Aires, barrios como Belgrano o Recoleta para vivir. Hace unos años la gente elegía Martínez u Olivos pero ahora esos lugares tienen muchos problemas de inseguridad, hay robos y secuestros, la gente no se encuentra segura, las casas tienen que ser custodiadas en extremo y se teme por los viejos y los niños, entonces el FENG CHI del lugar ha mutado, la gente ya no quiere vivir más ahí.
FENG CHI es el análisis del lugar según la sensación que nos da. Y como el afuera influye en el adentro, se sentirá diferente si una casa tiene enfrente un parque lleno de flores y mucho sol; que si hay una comisaría donde constantemente entra y salen problemas y violencia. Lo mismo si una ventana da a un lugar inapropiado.
Los problemas de los integrantes de una Casa pueden corresponder a motivos de la “naturaleza”, como una vivienda ubicada sin un buen respaldo a sus espaldas. La sensación que nos genera es de desprotección. También puede ser por un río subterráneo, o la mala ubicación de los desagües cloacales.
Para diagnosticar una casa hay que analizar primero meticulosamente el entorno de la misma.
Nosotros primero miramos la casa, luego miramos el conjunto de la casa incluída en el terreno y el terreno mismo y por último miramos el barrio o la zona.